¡BUENOS DÍAS, TARDES O NOCHES CAFETEROS!
Hoy voy a hablar de lo que me ha mantenido con los dedos quietos durante este tiempo. Desde luego, si lees esto y procuras entender lo leído
¡Podrás hacerte una idea sobre mí!
Como comenté en la anterior entrada me sentí mal y no quise escribir durante un tiempo. Mantuve relaciones interpersonales con personas en las que puse expectativas y me cabreé conmigo misma por haberlas puesto, cuando soy de las que se niegan a hacerlo porque conozco la mediocridad humana de cerca.
Esto me hizo reflexionar sobre mis propias limitaciones no muy visibles de primera pasada. Mi falta de memoria, percepción y dificultad para tomar decisiones debido a mis golpes en el cráneo me ponen muy triste.
Sobre todo cuando personas que me importan creen que me olvido de ellos porque olvido ciertos eventos, propongo pocos planes o me ocurren cosas «fáciles de prever» para el resto que acaban repercutiendo en la relación con mis cercanos.
Así que decidí que en lugar de escribir cosas que no le aportan a nadie, me callaría, porque mayormente me leen amigos, familiares, algún que otro cotilla y gente de aquí. Y no estáis para más lamentos ¿Verdad? Aunque quizás seas de esos que si el otro está peor se siente mejor.
Mientras más silencio aguardaba, peores pensamientos tenía.
y peor me sentía…
por suerte, no llegué hasta el punto de comerme a nadie (es decir, no lo pagué con nadie directamente)
pero sí me comí a mí misma. Guardando silencio.
Después del mutismo gráfico y sonoro, gracias a mi hermana de otra madre Carmen, mis queridos compañeros de estudio y mi compañero (suena a perro, pero hablo de mi novio) he aprendido a escuchar lo que quería decirme.
«Deja de ponerte a ti misma expectativas sobre cómo tienes que ser o comportarte, deja de preocuparte. Te incomoda porque aún no te has aceptado, acéptate y no te molestará».
Y es así. Tengo movidas con nombres muy extraños que me hacen desde no poder inhibir mis movimientos a tener la voz de una borracha sin beber una gota de alcohol, pasando por olvidarse del cumpleaños de sus familiares y mejores amigos y tener conductas inadecuadas en diferentes situaciones porque no percibo lo que está pasando.
Pero soy así, sólo tengo que aceptarlo y seguir mejorando.
Si has llegado hasta aquí ¡Felicidades! ¡Tomaremos un café, té, agua o birra juntos/as!
Nos vemos el próximo domingo, no tengo intención de dejar de hacer ruido.
¡MUCHO RUIDO!
Y lo que dices de aprender a vivir con tus «defectos» tienes razón pero también las cosas que mencionas son las que te hacen especial el no inhibirse la curiosidad… Incluso el hacer cosas que previsiblemente acabarán mal… No se si eres así por los golpes o de fabrica pero sea como fuere es un súper camino que seguro no es fácil, puedes parecer ingenua o locaaa pero yo solo veo gran valentía, ansia por saber, por seguír aprendiendo del mundo y sobre todo de ti misma y eso es genial
Gracias por tus emotivas palabras Gaby, aceptarme tal cual soy es una tarea ardua llena de baches disfrazados de excusas. Espero que tu autoconocimiento sea igual de placentero y menos áspero que el mío. ¡También que podamos seguir en contacto y compartir nuestros avances! Gracias por comentar :*
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