Mentí como una bellaca.

En parte, claro.
Dije que iba a estar sin escribir un tiempo, desanimada y sin tener en cuenta mi resiliencia.
Pero aquí estoy, escribiendo. Voy a resumir el proceso que he llevado a cabo porque escribir me ayuda a darle sentido a mi dolor, entenderlo y apreciarlo.
Ya comenté en «la belleza del NO» que para mí belleza es igual a entender.

Hoy me han preguntado:

Nora, ¿qué es para ti amor?
Acompañar, he dicho con mis ovarios bien puestos.

Así que, por amor a mis lectores, os voy a compartir algo:

¡Me habéis leído 387 personas este mes!
Y no es el mejor mes, que digamos, pero equivale a una media de 14’33(periódico) por día, que es un montón y estoy súper contenta porque te tomes un tiempo para leerme, es como acompañarme y por tanto, es amor.

Mi año ha empezado mal.
Se ha muerto mi fiel compañera, una perra a la que amaba con todas mis fuerzas; debido a mis faltas de memoria he ido apuntando acciones que las personas tenían conmigo (buenas y malas) y comparándolas entre sí.

Me he dado cuenta de que tenía que soltar y esas cosas duelen, pero es responsable y en mi idioma quiere decir que me cuido en salud y dirijo mi barco a buen puerto.

Pensar en mi barco me ha hecho replantearme: ¿Es realmente tan importante que otro barco deje de navegar a tu lado en este ancho mar?

Después de un enfrentamiento, quiero más a quien discute conmigo aunque estemos en desacuerdo. Lo valoro como que me cuida, en cierta forma.
Ya que pienso tanto en las conversaciones que tengo, que parece que les dedico años de razonamiento e igual «a tiempo real» han pasado 10 días… lo que para mí equivale a pensar 2 horas diarias aproximadamente x los días que hayan pasado + los días anteriores en los que he me dedicado a observar, eliminar y contrastar hipótesis.

Cuando se me pasa la emocionalidad propiciada por la disputa «rápidamente», las personas de mi alrededor suelen sorprenderse y por suerte voy alejándome de quien me juzga desfavorablemente para después no decirme nada. Eso sí, nadie me pregunta cómo he hecho para llegar a ciertas conclusiones que me hacen feliz o porqué aunque tenga respuestas supuestamente positivas me pongo triste, por mucho que les pueda llegar a generar curiosidad.

Antes me molestaba en explicarlo aunque no me preguntaran, porque asumí que a nadie le parecía que vivía lo suficientemente guay como para interesarse en preguntarme.
Pero ahora lo escribo en mi blog y que lo lea a quien le salga de sus partes íntimas porque como dice el refrán, aunque pueda sonar feo, no hay que echarle margaritas a los cerdos.

¿Te sueno a idiota, flipada o chulesca? y ¿cómo valoras no prestar atención plena e intentar conocer a lo que le dedicas tiempo? ¿como un acto de astucia desenfrenada, un indicador de que tienes una inteligencia superior, que no te hace falta aprender nada o qué?

En fin, diré que todo depende de cómo me salga del mondongo interpretarlo.
Puedo procesar el dolor de un apretón en el brazo como una ofensa y ponerme a la defensiva o como una excitación porque me va la sodomía y ponerme cachonda.

De momento, todos las malas situaciones con las que me he encontrado me han recordado la importancia de respetar y defender mi opinión, no dejarme llevar por la emocionalidad de la peña, ir poco a poco con las personas, respetar la libertad de decisión, poner límites, filtrar, huir de la dejadez, la ambigüedad y la falta de consideración con mis lazos directos e indirectos.

No paro de practicar el pensamiento probabilístico que consiste esencialmente en tratar de estimar, utilizando algunas herramientas de matemáticas y lógica, la probabilidad de que suceda algún resultado específico. Es la mejor herramienta que conozco para tomar decisiones. No quiero dejar de practicarla, porque todo lo que no se usa se pierde.


2 comentarios en «Buenísimas noticias»

  • Alguien dijo en el pasado,» no estoy de acuerdo con usted, pero daría mí vida para que usted pudiera defender su opinión.»
    Célebre frase que se le atribuye al filósofo de la Ilustración, Voltaire. Aunque algunos historiadores afirman que nunca lo dijo, porque no aparece en ninguno de sus escritos.
    Nora, eres una mente inquieta y un torbellino, siempre estás procesando información de manera visceral a modo de lucha interna, pero …contra qué demonios.
    Parece que nada termina de llenarte del todo.
    Es como sí las personas que pivotan a tú alrededor fueran un conjunto vacío.
    No podrás cambiar ni modificar a las personas, porque buscar afinidad puede resultar una quimera.
    Has oído la famosa frase: yo y mis circunstancias.
    Suerte en los exámenes de la UNED.
    Lamento lo de tú perra.
    Un saludo.

    • Hola Bernabé,
      lo de mente inquieta y torbellino llegará a su fin cuando me apetezca si no muero antes de llegar a decidirlo, porque no es una lucha ni contra mí ni contra nadie.
      Vivo llena de todo lo que soy consciente que está a mi alrededor y como no todo es bonito, merece mi reflexión, por lo menos para mi paz.
      Aunque estoy trabajando en identificar mis emociones, buena observación 😉
      Ni cambiar a las personas ni modificarlas directamente quiero, solo vivir mi vida y si influyo en alguien, más que satisfecha.
      Agradezco tus buenos deseos, otro saludo

Responder a Bernabé Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *