¿Te imaginas que saliera todo tal y como lo pensamos?
Tremenda tontería y aburrimiento de vida sería. En lo que viene a ser la existencia de cualquier organismo hay un hilo conductor. La costumbre. Entrelaza todas nuestras experiencias y el esfuerzo mínimo continuado por modificarla para que sea más placentera me pone a mil. Al explorar la profundidad de este concepto, nos adentraremos en las dimensiones del duelo, la amistad y las etapas de la vida, buscando comprender su papel en la formación de nuestro ser.
Para empezar, aviso de que voy a dejar de hablar en primera persona del singular para hacerlo en la del plural, porque gracias a vuestro feedback he sido consciente de que haciéndolo así cuesta más identificarse con mis experiencias. Que pueden ser la de todas, pero eso es otro cantar. Sigamos:
- El orden y la fuerza de la costumbre.
Reflexionaremos sobre cómo la costumbre tira de lo que se supone que hay que hacer en los momentos de duelo y cómo la disciplina proporciona estructura y apoyo emocional para superar las adversidades.
Imagina que pierdes un ser querido. En nuestra sociedad, la costumbre puede dictar que según qué etiqueta tiene la persona sea la que se pierde, se deben tener unas u otras emociones. Siguiendo adelante rápidamente, porque sino, no eres útil para lo que supone (dios sabe) que debemos serlo.
Aquí es donde puede entrar la disciplina con un enfoque más consciente y estructurado. En lugar de ceder a esas expectativas sociales automáticas, la disciplina en el duelo podría implicar procesar las emociones y buscar apoyo cuando nos dé la real gana. Adoptando estrategias saludables para afrontar la pérdida.
Por ejemplo: la persona jodida podría establecer rutinas diarias que incluyan momentos de reflexión y autocuidado. Buscando apoyo de otras personas, incorporando la disciplina de compartir sentimientos en lugar de reprimirlos. La basura que se saca a tiempo no deja mal olor, ya me entiendes. En este ejemplo, la disciplina proporciona una estructura emocional que permite atravesar el proceso de duelo de manera guay, resistiendo la presión de las costumbres que podrían no ser beneficiosas en términos de bienestar emocional a largo plazo.
Las amistades como costumbre y disciplina.
¿Cómo la disciplina en las relaciones puede fortalecer los lazos de amistad y enriquecer nuestras vidas?
Imagina a dos amigos cercanos, Nora y Firulais, que han atravesado diversas etapas de la vida juntos. La disciplina en su amistad se manifiesta a través de varios aspectos clave:
A pesar de las agendas ocupadas, Nora y Firulais, han establecido la disciplina de encontrarse para tomar café todos los jueves por la tarde. Esta rutina crea un espacio sagrado en sus vidas para compartir experiencias, alegrías y desafíos de manera regular. Aunque a veces no se cuentan nada interesante, después de quedar todos los jueves, su costumbre les hace volver a quedar y mantener ese vínculo.
En un momento difícil para Nora, la disciplina emocional de Firulais se hace evidente. No solo escucha activamente, sino que también practica la empatía, comprendiendo las emociones de Nora sin juzgar. Fortalecen su conexión y se brindan apoyo mutuo en momentos cruciales.
Nora y Firulais han cultivado la disciplina de la comunicación abierta. Pueden expresar sus pensamientos y sentimientos de manera honesta, incluso cuando difieren en opiniones. Esta disciplina fortalece la confianza en su amistad y evita malentendidos que podrían afectar la relación. Pero a veces se les va la olla y Firulais tiene la costumbre de evitar los conflictos por miedo al abandono, reaccionando de formas exageradas, así que a veces no dice lo que piensa. Y Nora tiene la costumbre de mandarlo todo a paseo porque se pone nerviosa cuando existen muchas variables en las que pensar, así que luego se arrepiente. Menos mal que están trabajando disciplinadamente.
Durante una época difícil en la vida de Firulais, Nora mostró la disciplina de la presencia. Aunque ocupada, hizo un esfuerzo consciente para estar presente física y emocionalmente para Firulais. Esta disciplina reforzó el vínculo entre ellos, creando ese espacio necesario para que los vínculos funcionen.
Este ejemplo es para hacernos a la idea de cómo la disciplina en la gestión del tiempo, la empatía, la comunicación y la presencia puede contribuye a una amistad sólida y enriquecedora. Al incorporar estas disciplinas en su relación, Nora y Firulais han construido un lazo que no solo ha resistido las pruebas del tiempo, sino que también ha crecido en profundidad y significado a lo largo de los años.

¿Qué entiendes tú por disciplina? ¿De qué te sirve en las diferentes etapas de tu vida?
Salud, café y filosofadas :’)