¡BUENO!
Comentaré un tema que me tiene hasta el mollete:
¿Las palabras limitan o aportan?

A ver si adivinas mi respuesta…
Va, va, va… ¿Ya?
Exacto, depende.
Lo de que somos animales sociales y por ende nos intercomunicamos con un lenguaje en constante interacción con nuestro entorno sobra exponerlo.
Lo que parece menos obvio es la importancia que tiene a la hora de interpretar lo que vivimos.

Hasta que no me he puesto a estudiar psicología no me he parado a pensar en los filtros con los que proceso la información.
Cuando estaba en el hospital de Badalona (Guttmann) flipaba con los pacientes felices y los amargados.
En los amargados no veía mejora y en los felices sí.
Hablaba con todo cristo ahí, mi mejor amiga tenía 65 años y nos reuníamos en la cafetería después de las sesiones de rehabilitación.
Me partía con esa gran señora.
Era mi freno, junto con mi familia, cuando los pensamientos atacaban sin piedad alguna.

Ahí entendí que el lenguaje externo pasa a ser interno y que además modifica (in)directamente nuestra cerebro.
Entendí más cosas, pero te las contaré en otra entrada.
Podría hacer una recolecta sobre estudios hechos por gente pro que se encarguen de darle peso a mi creencia sobre el lenguaje pero paso de ponerme técnica, soy estudiante, ya soltaré rollos contrastables cuando haga el TFG, si te interesan estos temas mira este enlace.
https://www.psicok.es/psicok-blog/2018/4/29/la-importancia-de-nuestro-lenguaje

Por ahora te voy a presentar la figura de Viktor Frankl, un judío que sobrevivió a los campos de concentración nazis. Murió a los 92 tacos y fue neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, fundador de la logoterapia (es una psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del ser humano) y análisis existencial (rama de la psicología que toma como base los postulados de los filósofos existencialistas PD: si te interesa busca cosas sobre la logosofía).
(Sí sí, me ha pasado eso de meterme en wikipedia
y no dejar de abrir ventanas…)
Supe de la existencia de esta persona gracias al cura que me daba religión en el instituto de Santa María.

Un día nos trajo impreso “El hombre en busca del sentido”.
Imaginé que sería alguna movida espiritual que el “escepticismo” que creía tener siendo una niñata no me permitiría aceptar (en fin).
Extrañamente, cuando terminé de leerlo, recordé y valoré lo que había vivido.

¿Recuerdas al tío que presenté en la anterior entrada?
Sí, Daniel Kanheman.
Él hablaba del sesgo retrospectivo que sucede cuando, una vez que se sabe lo que ha ocurrido, se tiende a modificar el recuerdo de la opinión previa a que ocurrieran los hechos, en favor del resultado final
(lo típico que se dice de: “es que se veía venir o ya lo sabía…etc etc)
Como también habló del sesgo de confirmación que es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis.
Pues en “El hombre en busca del sentido” (libro que te recomiendo encarecidamente) empaticé con el estremecedor relato de Frankl y cómo se hizo consciente del sentido de la existencia y en la búsqueda del sentido de la vida por parte del hombre.
Entonces, gracias a los sesgos que compartimos, rememoré mi experiencia creando la hipótesis de que “el lenguaje modifica (in)directamente el cerebro” porque el lenguaje le da forma a lo que vivimos, ayudándonos a almacenarlo y a imaginar.
Como ya te habrás podido hacer a la idea, me interesa la motivación esencial que impulsa a nuestros pensamientos para estar en un estado óptimo y favorecer la convivencia con el puñado de organismos que estamos en este planeta.

Aquí el lenguaje SÍ aporta.



Ayer me dijeron “amor”.
También “guapa”.
Detesto que me etiqueten otras personas que no sean mis abuelos o yo misma.
Y lo comuniqué así:
“No me llames amor, no me llames guapa, no me pongas una etiqueta”
El chico lo “respetó” (lo pongo entre comillas porque no sé con qué grado puedo aplicar la palabra)
y me preguntó: ¿Por qué?
Dije que no me gustaba y ya está.
Cuestionó mi personalidad por no sentirme identificada con una etiqueta,
explicándome que si tengo claras las cosas que me definen,
me digan lo que me digan, me debería ser indiferente.

Entonces, pensando en que la conversación no llegaría a ninguna parte, asentí y sonreí (como suelo hacer cuando no quiero seguir tratando algún tema, también conocido como “dar la razón como a los tontos”
aunque con quien hablaba no lo fuese)


PERO AHORA TE LO VOY A EXPLICAR A TI:

¿Te has quedado con la copla de que el lenguaje es importante para mí?
Puedo entender que las personas tienen una “jerga” a la hora de hablar y que decir “amor” o “guapo/a” se hace por cordialidad, costumbre o cualquier pollada de esas, pero para mí son palabras importantes y las costumbres aunque sean respetables, son una mierda desde mi forma de ver las cosas.


Sólo llamo AMOR a quien es AMOR para mí y sólo llamo guapo/a a quien me parece BUENA persona, como en un sentido más metafórico vamos, ya que entiendo que aunque pasen los años y la forma se degrade, las personas GUAPAS lo seguirán siendo aunque su forma imite a una pasa entre kikos de esas que te encuentras entre el resto de frutos secos con tu cervecita y no escupes por educación.
Además del significado,
tenemos la categorización de determinada etiqueta
en un grupo A o en un grupo B.
Para que me entiendas, te lo voy a intentar explicar con un temita actual, desde mi percepción (aclaro que mis pensamientos no son absolutistas, es decir, puede haber excepciones.
No quiero rollos)
Si me etiquetan como tía, me van a categorizar con patrones de conducta tipo A que nos venden sobre qué somos o tenemos que dejar de ser las mujeres (como que nos encanta ir de compras, hablar de cotilleos, maquillarnos, provocar, somos súper sensibles, tienen que protegernos, si me hormono con testosterona estoy haciendo algo aberrante etc etc)

Si te etiquetan como chico, te van a categorizar con patrones de conducta tipo B que venden y venden (como que sois duros, no lloráis, tenéis que protegernos pero también sois violadores, maltratadores, si te hormonas con estrógenos estás haciendo
algo aberrante etc etc)
Si a mí me etiquetan como inocente se van a sorprender cuando cuente un chiste negro, porque ya me habían asignado con anterioridad a una categoría.
Una experiencia que tengo en torno a esto es cuando los amigos de los que hablé en otra entrada (diseñadores de moda sostenible con la marca Etikology) me invitaron a una barbacoa con un montón de gente que no conocía de nada.
Aprovechando la ocasión, hice uso de mi aspecto inocente junto con esa tendencia a etiquetar y categorizar (recordemos el sesgo de confirmación: la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis)
que hacemos las personas, contando un chiste que no voy a contarte porque dejarías de leer mi blog.
Mis amigos aún me lo recuerdan y ya hace un tiempo que esto ocurrió.
Pues bien,
¿Qué quiero decir con esto?
Que si etiquetas, categorizas y en una categoría caben todas las personas que tengan esa misma etiqueta.
Aquí el lenguaje sólo te sirve a ti para gastar menos energía a la hora de asignar grupo de cosas, pero exteriorizarlo LIMITA TU EXPERIENCIA CON LOS DIFERENTES ORGANISMOS


Te recomiendo leer también a Séneca, Sobre la brevedad de la vida
https://wordpress.com/block-editor/post/noseporquetengotantaspreguntas.wordpress.com/159
en la introducción que hice de “Domingo y café filosofal” comenté que si algo te ofende, te leas ese libro, y si nada te ofende pues léelo igual, así por lo menos tendrás una estructura lógica para respaldar porqué.

Cuando las cosas van rápido, voy lento.
El martes tengo un examen jodido de Psicología del Pensamiento y muchos compañeros están estresados (aunque también hay que tener en cuenta los que no lo están, como yo, que no comento porque creo que si digo “sólo es un examen” me van a apedrear así que parece que TODOS están estresados).
Ha habido un momento del día en el que he pensado:
Joder, ¿Será que no me tomo en serio la carrera que estoy haciendo?
¿Será que no soy capaz de ver con suficiente perspectiva el futuro
y por eso no me meto prisa?

Pero he vuelto a pensar…
¿Qué más da?
Hazlo lo mejor que puedas y sino, septiembre y sino, otro año.
Aprehendizaje…



Como ya sabes, si acostumbras a leerme, me gusta la etimología de las palabras.
La etimología de la palabra “Dinámica” es un préstamo (s. XIX) del griego dynamikós ‘potente, fuerte’, derivado de dýnamis ‘potencia, fuerza’; voz empleada en varios sentidos especializados. A la misma familia etimológica griega pertenecen dinamita, dinamo y dinastía.
Y como también tendrás constancia,
¡ASOCIO HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ!




Joder, adoro la simpleza.
¿Qué carajo piensan las personas que me llaman complicada?
¿Qué dicen que pienso mucho? ¡No pienso gran cantidad!
Acumulo datos y después los vomito en una página en blanco, como ahora.

Entonces pienso: “Si seguimos con una dinámica en la que no hay ni interés ni importancia por lo que no tiene consecuencias en nuestra vida ni nos afecta, estallaremos como dinamita”

¡ADIÓS!
Buenos días, buenas tardes o buenas noches.

2 comentarios en «RARAMENTE LÓGICO»

  • Buenas noches,
    Pobre chaval, lo dejaste planchado.
    Cuidado con las recomendaciones.
    A ti te pasa como a Séneca, que no caes demasiado bien.
    El perfil de este filósofo no pega con lo que predica en sus escritos, ya que su experiencia entra en confrontación con sus ideales. Sus vaivenes en la corte eran notorios, expulsado de la misma por escándalos sexuales, el emperador Claudio lo mandó exiliar. Podía ser un pelota rastrero y un calumniador sagaz.
    Aquí se trata de ADAPTARSE, perdona que te lo diga, no necesariamente debes ser una darwinista social consumada, pero sí buscar ese término medio que proporciona cierto equilibrio emocional.
    Has pensado alguna vez en las consecuencias de tus respuestas?
    I si fuera al revés, cómo te sentaría?
    O pretendes tener siempre la razón por tus ideales inamovibles?
    Vale, no eres hipócrita y sí brutalmente honesta como el mismísimo Dr. House, pero por muy bien argumentado que esté tú discurso, el chaval no te lanzó ningún improperio y tú respuesta no tuvo el suficiente decoro.
    Hubiera bastado con responderle en un tono más bajo, por favor no me llames así, no me siento cómoda, llámame por mi nombre y ya está; y si te pide las explicaciones oportunas, se las argumentas de manera opcional (si te apetece), pero siempre con cierta delicadeza para no herir susceptibilidades.
    Discrepo en que el chaval cuestionara tú personalidad, esa es una afirmación producto del contexto y un tanto sensacionalista.
    No creo que el chaval pretendiera etiquetarte (aunque repudies los convencionalismos), tú lo percibes así.
    Entiendo que no tragues con ciertas cosas, pero modula las respuestas.
    Desde que te conozco, creo que ese es tú principal talón de aquiles y lo que más problemas te está generando, esos tics tipo frase y con un tono un tanto despectivo que escapan a tú control, muchas veces sin venir a cuento (los líos te vienen por ahí y tú lo sabes).
    Te lo digo como crítica constructiva, debes trabajar esa faceta, medir tú impulsividad y oportunismo.
    No se trata de que tengas una personalidad simple o compleja, sino de cuidar las formas, independientemente del carácter que poseas.
    Cambiando radicalmente de tema, haciendo referencia al relato de Frankl, yo me quedo con lo único que no te pueden quitar por mucho que te deshumanicen, ESE ALGO QUE TIENES O PERCIBES EN TÚ INTERIOR Y QUE NUNCA TE LO PODRÁN ARREBATAR, LLÁMALO ESPERANZA.
    Siempre es un placer leerte.
    Un saludo.

  • ¡Increíble Bernabé!
    Estaba escribiendo en el borrador para la entrada que subiré mañana porque ya estoy muy cansada y trato el tema que comentas.
    Alguna que otra vez he pensado en cómo me sentaría a mí lo que respondo y nunca me pareció ofensivo. Tengo la piel muy gruesa y un procesamiento pobre de las situaciones sociales porque requieren de MUCHÍSIMOS recursos atencionales que me funcionan con interferencias.

    Para tu tranquilidad, ya me he puesto manos a la obra para trabajar en esto que me indicas. Aprender a ser respetuosa y prudente es buena idea para moverme por el Mundo y compartir mi tiempo con las personas que quiero.

    Mañana nos leemos,

    un abrazo y muchísimas gracias por alegrarme con tu comentario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *