Por Álex Rovira y Francesc Miralles
Editado por Kitaeru Libros (Grupo Anaya), 2025

Habla de 15 problemas que deberemos resolver para que nuestra vida valga la pena.
Este tipo de mensajes, lo reconozco, suelen echarme para atrás. El imperativo de “resolver” como fórmula para alcanzar una vida valiosa puede resultar agotador. Sin embargo, decidí embarcarme en la lectura porque su canal de YouTube, “Ojalá lo hubiera sabido antes”, me ha resultado muy interesante, con reflexiones que me han acompañado en momentos necesarios.

Un ensayo como brújula… ¿pero para quién?

Homo Solver es un ensayo narrativo que se presenta como brújula en un mundo en crisis. Sin embargo, bajo ese envoltorio de sabiduría universal, me pregunto si realmente estoy viendo las cosas “como son” o si, una vez más, estoy ante una narrativa cultural vestida de objetividad. ¿Qué miradas no están? ¿Qué realidades se consideran “errores personales” en lugar de consecuencias estructurales?

Las 5 partes del libro

El libro aborda 15 situaciones vitales que, según los autores, debemos resolver si queremos vivir con sentido: identidad, deseo, autoestima, amor, tiempo, coraje, estoicismo… Imagino que el objetivo es acotar y ordenar la complejidad de la experiencia humana. Pero en mi caso, no me sentí del todo saciada. Tal vez no soy lo suficientemente leída —o tal vez no he vivido suficiente.

Entre la razón y el temblor

Mientras lo leía, me asaltaba la sensación de que había demasiada “agenda” en el razonamiento humano. Por momentos eso me gusta: estructura, referencias, marcos conceptuales. Me alegré, por ejemplo, de que citaran a Kahneman. Pero el entusiasmo me duró poco: cuando apareció un capítulo dedicado al estoicismo, empecé a temblar. Dejé el libro reposar. Volví a él recordando que sus tertulias me agradan, pero con una mirada más crítica y enfocada en ese mensaje repetido: “la felicidad depende de uno mismO”. Y subrayo la O.

La ausencia de autoras

Se agradecen las referencias culturales que se ofrecen al final de cada capítulo —libros y películas que amplían los temas tratados— pero resulta difícil encontrar autoras o voces femeninas en ese repertorio. El mundo que aquí se ofrece como sabio sigue estando mayoritariamente narrado por hombres.

Responsabilidad sí, pero ¿con conciencia estructural?

También me pareció valioso que se aborde la toma de responsabilidad personal con ética del cuidado: distinguir qué círculos de nuestra vida merecen más o menos atención emocional me parece una invitación sana. Pero no acabo de encontrar, si es que está, un reconocimiento claro de las desigualdades estructurales. ¿Dónde están las personas que no pueden simplemente “resolver” sus problemas porque viven atravesadas por la precariedad, el racismo, la violencia de género o la exclusión? ¿esas que han aprendido a vivir pese a ser excluidas o señaladas?

¿Es un libro útil? Sí, pero…

Homo Solver me parece una herramienta útil para quien busca una guía accesible sobre temas importantes y desee seguir profundizando gracias a las referencias que ofrece. Brilla por su claridad y formato pedagógico, pero flaquea allí donde el mundo necesita más que buenas intenciones: en su falta de diversidad de voces, en su mirada poco interseccional y en su repetición de un modelo de sabiduría que sigue marginando a muchas personas.

Para cerrar: una pregunta y un proverbio

En resumen: es una propuesta útil a nivel individual. Pero me pregunto —desde este blog, y desde mi incomodidad— si sería posible un Homo Solver que realmente incorporara más formas de mirar el mundo.

Para cerrar esta crítica —escrita por alguien a quien no se le da bien criticar, porque fue moldeada por la cultura para ser siempre afable—, comparto el proverbio griego con el que los autores cierran su último capítulo:

“Una sociedad madura cuando los ancianos plantan árboles bajo cuya sombra saben que no se van a sentar.”

Yo solo añadiría: tal vez madurar también es plantar árboles con y para quienes casi nunca aparecen en los relatos. Porque si la película también fuera con nosotras, tal vez tendríamos más fe en la sociedad.

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