Yevhen, rubio de ojazos azules, alto y esbelto, perceptiblemente simétrico y con nivel adquisitivo alto de unos 32 años, huye de su país porque está en guerra. No piensa en otra cosa que en su hermana Aleksandreyeva, también rubia de ojos verde botellín de Alhambra reserva 1925, menuda, apreciablemente simétrica de casi 15 años, se ha quedado allí y llora cada día que pasa alejado de ella. Si tuviera la atención plenamente ocupada, analizaría las posibles vías por las que su hermana podría huir de allí y pensaría en los cambios que están bajo su control para lograr ese propósito. 

Paco, moreno de ojos grandes y marrón oscuro, bajo y rechoncho, ha perdido el trabajo porque lo han despedido ya que el país de Yehven no suministra los recursos necesarios para que Paco siga realizando su trabajo. No piensa en otra cosa que en la injusticia que supone, las responsabilidades que dependían de sus ingresos para ser cubiertas y lo desgraciado que es. Si tuviera la atención plenamente ocupada en el problema a resolver que tiene entre manos, analizaría por qué lo han despedido y pensaría en los cambios que habría de realizar para volver a conseguir trabajo de manera justa, cubrir las necesidades que sus responsabilidades demandan y la suerte que tiene de poder plantear posibles soluciones.

Yehven y Paco, acertadamente, se dan cuenta de que si se lamentan no utilizan sus recursos adecuadamente.
Dejan de pensar en el qué ha pasado y empiezan a cuestionarse ¿Cómo puedo ayudar a mi hermana? ¿Por qué me han echado del curro?

Examinan los hechos y se preguntan: ¿Hay suficientes datos para explicar esto que me ha pasado? Entonces, empiezan a argumentar de manera razonada y evitan centrarse de lleno en las emociones. 

Después de darle vueltas al asunto, hablan con sus amigas Katen’ka y  María y para ver si tienen otras ideas: «oye, pues hemos pensado esto a las siguientes preguntas que nos hemos hecho ¿Qué te parece la respuesta? ¿Me das tus motivos?» Una vez dados, juzgan qué motivos son mejores. Luego se dicen: “vamos a evaluar y a cuestionar, si podemos, lo que me han dicho en lugar de aceptarlo inmediatamente como correcto”

A raíz de esto, empiezan a plantearse preguntas y especulan más allá de lo que saben para crear nuevas ideas y nueva información.

Esto les hace reconsiderar conclusiones previas, Yehven encontraba en llorar el alivio a la separación de su hermana y Paco en quejarse en el bar sobre su despido. Con demasiada frecuencia Yehven y Paco recitan, definen, describen, enuncian y enumeran todos sus problemas a Keten’ka y María. Cuando ellas les piden que analicen, infieran, conecten, sinteticen, crean, evalúen, piensen y reconsideren; se echan las manos a la cabeza, las llaman locas, racionales y las acusan con que “no saben escucharles” y van en dirección hacia algo que les evite pensar en su problema inicial. Al bar a beber cañas juntos mientras se ponen el fútbol, normalmente.

Yehven y Paco se sientan con Borysko y Eustaquio en un banco del parque,
frente a ellos pasan Katen’ka y María y éstos las llaman y empiezan a conversar sobre el dilema que anteriormente ya les habían comentado. Borysko y Eustaquio comentaron lo mismo que Katen’ka y María, ellas hicieron oídos sordos y no se pronunciaron a que esta vez Yehven y Paco sí escucharan a sus amigos habiendo comentado lo mismo que ellas, pero les molestó.

Apareció Nadjela, morena de ojos grandes y negros que parecían encerrar el Universo dentro, de pelo rizado cual Camarón de la Isla y curvas de vértigo de unos 35 años, por el parque y se unió al grupo. Yehven y Paco le contaron sus problemas y Borysko y Eustaquio hicieron alarde de que su respuesta fue la más racional. A lo que Keten’ka y María una vez finalizada la exposición de estos últimos, le preguntan a Nadjela ¿Y tú qué tal estás?

Nadjela les cuenta que hoy está triste, porque su madre Nayah ha sido repatriada a su país y posiblemente muera porque están en guerra. Además, desde que llegó a España sólo ha podido trabajar recolectando fresas y cuando trata de explicar sus circunstancias a los de su alrededor siente que habla con una pared que a parte de quedarse helada no tiene ni el más mínimo interés en profundizar. Pese a ello, es consciente de que es muy difícil que la entiendan porque sus situaciones son muy diferentes a las de sus amigos. Yehven, Paco, Katen’ka y María la escuchan y preguntan. Nadjela valora mucho su interés y que traten de entender su punto de vista. Éstos, gracias a la escucha atenta de lo comunicado por Nadjela, tratan de elaborar sus respuestas iniciales a los problemas con los que iniciaron la conversación.

Los cinco tratan de darse apoyo comprendiendo y dando valor a cada postura personal intentando tener en cuenta el contexto en el que está cada uno y procuran darse soporte en las respuestas que buscan a las preguntas que se hacen.

Borysko y Eustaquio, en cambio, consideraron que Nadjela estaba faltando al respeto al respeto a Yehven y a Paco contando su experiencia personal y adquiriendo el protagonismo de la conversación en detrimento a sus valerosísimos consejos, (entendidos así por ellos) que no tenían en cuenta el contexto y la historia vital de sus supuestos amigos con los que sólo quedaban para ocio. 

Nadjela, al darse cuenta del desprecio de Borysko y Eustaquio, empezó a dirigirse a su grupo de amigos únicamente. Y dijo: “Tenemos que empezar a tomar decisiones, pero no tengo conocimiento suficiente como para fiarme de que la información que tengo sea importante…¿Qué hacemos chicos?

Algún día lo sabremos, de momento, búscale respuestas a las siguie​​ntes preguntas:

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