La actitud es el motor de nuestra vida, porque nos dispone a actuar y como casi todo es una tendencia que podemos modificar a través de nuestros pensamientos, afectos y conductas. Pero no, llega un momento que no lo es todo y necesitas de algo más, que puede llegar a surgir a través de la interpretación que hagas de las diferentes experiencias que te brinda la vida.

Ese algo es la RESILIENCIA y es de lo que voy a hablar en este post a raíz de contaros en el anterior mi experiencia vital más ardua:

Resiliencia viene del ingl. resilience, y este der. del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’.
Psicológicamente es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Y metalúrgicamente es la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

Es decir, la capacidad que tienen tanto los humanos blanditos como los metales pesados de doblegarse, no romperse y volver a su figura inicial.

Y bien, ¿Qué haces para ser resiliente?¿Cómo?

Para empezar, trabajar el autoconocimiento a través de la detección de habilidades, carencias, tendencias, etc y la autoestima, ligada al autoconocimiento, ya que si no sabemos quiénes somos difícilmente vamos a respetarnos. Para seguir, trabajar la empatía a través de la escucha activa, el análisis de nuestros propios prejuicios (¿Por qué tengo estos pensamientos?). Cuando no te escuchas a ti mismo, es difícil que entiendas lo que el otro te cuenta. También es necesario fomentar la autonomía personal, tomar nuestras propias decisiones en función de nuestra propia voluntad. Claro está que si hacemos cosas bajo nuestro parecer, podemos equivocarnos, por lo que para desarrollar la resiliencia tendremos que propiciar el afrontamiento positivo de la adversidad y tener conciencia del presente con una visión optimista.

(Con tener conciencia del presente, en este caso, quiero aportar luz al conocimiento del propio entorno que nos rodea. Es decir, si soy una persona que por tener X carencias psíquicas o físicas y determinados impedimentos sociales, no puedo ser la mejor del mundo en el campo del fútbol, no me voy a plantear eso. Pero, si el fútbol me gusta muchísimo y quiero ser la mejor jugadora de mi barrio, entonces lo intento hasta morir si es lo que me hace feliz.) 

Por si fuera poco, habrás de generar flexibilidad (algo que va más allá de las posturas de yoga) cognitiva, que se relaciona sobremanera con la inteligencia fluida, la que nos permite adaptarnos mejor a nuestro ambiente + Perseverancia, para incrementar la perseverancia se tiene que tener un objetivo o meta clara para justificar todo el esfuerzo que se realiza.
Porque hacer las cosas sin motivo aparente, hace que desistamos rapidito.

“No es la fuerza, sino la perseverancia de los altos sentimientos la que hace a los hombres superiores” Friedrich Nietzsche

Por otra parte, no todo depende de uno mismo, así que la sociabilidad será muy importante. Esta será la habilidad de relacionarte con tu entorno social teniendo en cuenta que las personas que te rodean acaban modulando tu personalidad a través de las interacciones y experiencias con éstas.

Finalmente, la tolerancia a la frustración y a la incertidumbre, saber que sólo podemos controlar lo que nosotros pensamos y hacemos, todo lo demás está fuera de lo que podemos hacer. Por tanto, saber que si ponemos el foco de atención en lo externo a nosotros lo más probable es que sintamos incertidumbre y frustración.

Llegados a este punto, ¿Crees que las frases positivas sirven de algo en un mundo tan pésimo donde no controlamos casi ni a una persona entre millones? Voy a contestar yo por si aún te quedan dudas: la respuesta es NO; Las frases positivas de ”tú puedes con todo», «no eres lo malo que crees de ti», obviamente, no sirven para nada más que para hacer sentir mal a quien no consigue hacer lo que éstas anuncian.

No es tan fácil como parece, así que no sirve si lo utilizas con el fin de sentirte mejor después de aparentar ser Mr/Miss. Wonderful. Sirve trabajar duro los elementos que se tienen que tener para ser resiliente.

Dejo aquí los 10 consejos para construir la resiliencia propuestos por la Asociación Americana de Psicología:

1- Establecer y mantener relaciones. Las buenas relaciones familiares y sociales son una excelente fuente para obtener y aceptar ayuda y apoyo, potenciando la resiliencia. También encontraremos oportunidades para ayudar a otros, algo que, a su vez, también redundará en nuestro bienestar personal.  

2- Evitar ver las crisis como problemas insuperables. A menudo, no podemos cambiar los hechos, pero sí la forma cómo los interpretamos y respondemos a ellos. Como indicábamos anteriormente, hemos de procurar limitar el efecto de las emociones no productivas. 

3- Aceptar que el cambio es parte de la vida. Aceptar que hay circunstancias que no podemos cambiar, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer en un ser querido, puede ser de gran ayuda para centrarse en las que sí podemos modificar y canalizar nuestros esfuerzos hacia ellas.

  

4- Dirigirse hacia los propios objetivos. Es importante plantearse objetivos realistas y hacer algo de forma regular que nos acerque a ellos. Preguntémonos: ¿Qué puedo hacer hoy (por insignificante que pueda parecer) para acercarme a uno de mis objetivos? Por ejemplo: “Tomar algo con un/a amigo/a, ya que ello me permitirá un rato de desahogo y poder compartir mi experiencia.”

5- Ejecutar acciones decisivas. Actuar en la medida en que se pueda sobre las situaciones adversas para tratar de cambiar su rumbo, en vez de evitarlas y confiar en que se resolverán solas. 

6- Fomentar el autodescubrimiento. A menudo, pasar por situaciones vitales difíciles conlleva una sensación de fortalecimiento personal. Aunque todavía nos sintamos vulnerables, estas vivencias pueden favorecer el concepto de uno mismo y de las propias capacidades y llevarnos a apreciar aspectos de la vida a los que antes no prestábamos atención o no nos parábamos a analizar. 
Claro que, como ya has podido ver con el resto de puntos, no porque te suceda una desgracia te vuelves resiliente. 

7- Alimentar una visión positiva de uno mismo. Desarrollar confianza en nuestro instinto y en las propias capacidades para resolver problemas. 

8- Ver las cosas en perspectiva. Tratar de considerar las situaciones estresantes en un contexto más amplio y con cierta objetividad, evitando hacer una montaña de un grano de arena. 

9- Mantener la esperanza. Una actitud optimista nos capacita para confiar en que nos pasarán cosas buenas. Procurar visualizar lo que se quiere es mejor que preocuparse por lo que uno teme. 

10- Otras formas útiles de potenciar la resiliencia. A algunas personas les ayuda escribir acerca de sus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con las situaciones traumáticas que les ha tocado vivir o aquellas que les generan un alto nivel de estrés. (como he hecho yo con este blog, gracias por leerme). Hay a quien la meditación (también) y las prácticas espirituales les resulta de gran ayuda.

Para acabar, voy a comentar a personajes resilientes dentro de nuestra historia:

Empezamos con Blas de Lezo, un almirante español que nació en 1689-1741 que tenía un ojo tuerto, le faltaba una pierna y tenía un brazo inmovilizado. Aún con todo eso, el tío fue considerado uno de los mejores estrategas de la historia por la defensa de Cartagena de Indias en 1741. Los británicos, que atacaban la posición española contaban con 180 barcos, 2000 cañones y 30000 soldados mientras que Blas de Lezo dirigía una fuerza de 6 barcos y 3000 hombres. Con su ingenio logró realizar una guerra de desgaste que consistió en bloquear las entradas al puerto, quemando 2 de sus barcos y resistiendo y alentando a sus hombres, a pesar de su condición de minusválido, consiguiendo que los ingleses se retiraran con enormes pérdidas y logrando una de las proezas militares más importantes en toda la historia. 

El almirante británico, Vernon, estaba tan seguro de su victoria frente a Blas de Lezo, que mandó hacer medallas y monedas conmemorativas de la victoria de dicha batalla. Obviamente, más que ser conmemorativas, fueron un recuerdo de su derrota ante alguien RESILIENTE.

Hablando de británicos y resilientes, voy a hablaros de Stephen Hawking, de quien me sobran las palabras porque no creo ser capaz de describir a alguien tan genuino. Era físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico (me parece el trabajo más bonito que puede hacer alguien, divulgar ciencia siendo un experto, acercar la maravillosa ciencia a la sociedad). Con 21 años, fue diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que se agravó a medida que pasaban los años, hasta dejarlo prácticamente paralizado. Eso le forzó a comunicarse a través de un aparato generador de voz, al ahogarse al comer decidió cambiar de dieta y complementarlo con suplementos… ha sido la persona más longeva con esta enfermedad tan jodida, a la que sobrevivió 55 años, cuando la esperanza es de 14 meses. Los neurólogos siguen fascinados igual que sigue siendo desconcertante.

Y ahora destaco a una de las personas más resistentes que conozco: NASHIRA.

Nashira tiene una enfermedad llamada endometriosis que le ha cambiado la vida. Hemos tenido una entrevista en la que me ha explicado el calvario que sufrió hasta que los médicos, al fin, detectaran qué le estaba sucediendo.
En el proceso, se sintió muy incomprendida tanto por parte de los especialistas como de sus amigos, no podía ponerle nombre a lo que le ocurría pero ella veía la somatización de la enfermedad.
¿Qué hizo ante esto?
Pues no pararse quieta hasta ser comprendida. Y por fin, recibió el diagnóstico que le correspondía. Su vida ha cambiado completamente, pasando de ser una persona activa al 100% a querer/tener que quedarse en casa por su condición e incomprensión. No me cansaré de decir que tenemos una sociedad ANALFABETA EMOCIONAL. Posteriormente, aquí y en mis RRSS, compartiré más información de Nashira y su desarrollo.

Por lo pronto, os dejo aquí unos videos sobre la ENDOMETRIOSIS:
Recuerda que el conocimiento de la aparición de síntomas de X enfermedades, puede ayudar a pillarlas a tiempo.

https://youtu.be/eMyCtfiytbs
Recordatorio de @esmipsicologa
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