Este domingo pretendo hacer un breve comentario sobre el clasicazo que me he leído esta semana, Psicología de las Masas de Gustave Le Bon, donde señala diferentes características y múltiples ejemplos de las masas. Bien sabes como lector de este blog que estudio psicología y pretendo compartir mi limitado conocimiento contigo presuponiendo que dudarás de lo que crees que es correcto e incorrecto. Debido a que eso no lo puedo controlar aunque sea mi deseo, puedes y debes hacer lo que te dé la gana con lo que escribo, así que de aquí (y posteriores entradas) podrías sacar los principios básicos para manipular a quien quieras y detectar cuando lo están haciendo contigo si haces un apropiado uso de ellos.
Puesto que vivimos en la era de las masas, los grandes cambios de civilización son consecuencia de cambios en el pensamiento de los pueblos. La creencia moderna está en el poder de las masas, transformando la política tradicional de los Estados a través de diferentes mecanismos biopsicosociales. Sin embargo, brilla por su ausencia el conocimiento de la psicología de las masas, existiendo una creciente importancia del estudio de las masas para los legisladores y los líderes de Estado.
Por lo que escribiré sobre el primer capítulo de la 1ª parte del libro comentado y si recibo buen feedback escribiré sobre el resto, además de añadir 11 principios para manipular a las masas que explicaré brevemente.
Según la RAE, la masa es un gran conjunto de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos, sean cuales fueren sus historias vitales. Desde el punto de vista psicológico viene a ser una aglomeración de seres humanos que posee características nuevas y muy diferentes de la de cada uno de los individuos que la componen. La personalidad consciente se esfuma y los sentimientos e ideas se orientan en una misma dirección, formando una especie de “masa psicológica” que se transforma en un solo ser y está sometida a la ley de unidad mental de las masas. Existen diferentes tipos de masas psicológicas que son susceptibles de clasificación, pero eso lo dejaré para otro post y me centraré en las características comunes en todas ellas.
Lo que más me llama la atención de todo esto es que cuando un individuo está dentro de un colectivo tiende a sentir, pensar y actuar de un modo completamente distinto a como lo haría cada uno de ellos por separado. Personalmente fui consciente de esto cuando me atropellaron y personas que no me conocían volcaron sus emociones en mí. Es fácil comprobar hasta qué punto difiere el individuo que forma parte de una masa respecto del sujeto aislado; pero es menos sencillo descubrir las causas de tales diferencias.
Para poder pisparnos de las diferencias hemos de recordar el funcionamiento de la propia inteligencia, donde los fenómenos inconscientes (funcionamiento del organismo) tienen el papel protagonista. Motivo por el cual nuestros actos conscientes derivan de un sustrato inconsciente, formado sobre todo por reacciones biológicas que no sabemos (la mayoría) en qué medida nos afectan y determinan hacia una u otra cosa.
Y a partir de este recordatorio podemos tener en cuenta que los individuos que componen las masas se asemejan entre ellos en los elementos inconscientes y difieren en los conscientes, frutos del aprendizaje, motivaciones, emociones, memoria y otras diferencias individuales. Las personas más diferentes entre sí, como Beyoncé y yo, algunas veces tenemos instintos, pasiones y sentimientos idénticos.
Algunas causas que definen la aparición de las características de las masas serán que el individuo integrado en una masa adquiere un sentimiento de poseer una potencia invencible que le permite ceder a instintos que por sí solo habría reprimido, cubriéndose en una especie de anonimato que lo evade de su responsabilidad; otra en cambio, sería el contagio mental, donde podemos apreciar fácilmente en múltiples ejemplos cotidianos que se sacrifica el bienestar individual por el colectivo. Entre otros muchos, claro, pero no vamos a extendernos en esto.
Lo importante aquí será que extraigamos las características generales de las masas:
Y tengamos en cuenta los 11 principios generales de la manipulación de masas que tanto me preocupan con respecto a la guerra entre Ucrania y Rusia
1. Principio de simplificación y enemigo único.
Adoptar una única idea, utilizar un único símbolo para identificar al adversario. Los ucranianos son buenos porque están siendo bombardeados y los rusos son malos porque bombardean.
2. Principio del método de contagio
Consiste en reunir diversos adversarios en una sola categoría, constituyéndose en una suma individualizada que se denomina con etiquetas como «los malos, los enemigos, los fachas, los rojos, los hombres, las mujeres…»
3. Principio de la transposición
Cargar sobre el adversario los propios errores y defectos (cuando Pedro Sánchez culpa a Rusia de la subida de todos los impuestos) respondiendo el ataque con otro ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
4. Principio de la exageración y desfiguración
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en grave amenaza. Del mismo modo que un triunfo pequeño puede ser exagerado hasta convertirse en una victoria épica.
Pongamos el caso de que cuando Alemania estaba en Rusia y no iban precisamente bien, Goebbels emitía imágenes de otras batallas de los alemanes donde sí iban ganando para dar una buena impresión a los alemanes y miedo a los rivales.
5. Principio de la vulgarización
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, menos esfuerzo mental ha de ser el esfuerzo mental a realizar.
Las banderas funcionan muy bien en este caso ya que la capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa, además, tienen gran facilidad para olvidar.
6. Principio de orquestación
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente. Presentada una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas.
7. Principio de renovación
Emitir constantemente comentarios y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responde, está ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. Aquí también se aplica el principio de la saturación de información.
8. Principio de la verosimilitud
Construir argumentos a partir de fuentes diversas o informaciones fragmentadas; coger argumentos de autoridad y pensar: «si lo dice fulano, es que es cierto. Si lo pone aquí, es que es cierto…»
9. Principio de la silenciación
Acallar aquellas cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disminuir las noticias que favorecen al adversario. También contraprogramando a diferentes medios para que no se hable de lo que no quieres que se hable. (Como hace Biden con los recursos naturales que le pilla ahora a Maduro después de tacharlo de lo intachable hasta que lo ha necesitado porque los rusos le han cerrado el grifo) pero bien, de eso pasemos, las distracciones mejor en pocas palabras.
10. Principio de la transfusión
Por regla general la propaganda parte de algún sustrato existente.
Ya sea una mitología nacional o un complejo de odios tradicionales que trata de difundir argumentos que se puedan arraigar a actitudes primitivas.
(Como hemos explicado antes que ocurre con el individuo en la masa)
Esto se manifiesta como odio a cierto país extranjero, a determinada clase social, hitos históricos de odio o de opresión…
Ejemplos hay muchos y cada país, colectivo o persona puede encontrar los suyos.
11. Principio de la unanimidad
Este principio es a través del cual se llega a convencer a las personas que piensan como las otras integrantes de la masa y como el líder. De ahí se desprenden las típicas frases de: ¡Mira! Él sí piensa como yo, él sí comprende las necesidades del pueblo. Esta identificación entre el público y el cabecilla de turno es muy poderosa, por lo que permite al líder que la gente haga, vaya o piense como él quiera o le convenga.
Podemos profundizar mucho más en estos principios, pero lo que quiero dejar claro es que se trata de ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN DE MASAS en las que cuando no las conocía caía y ahora que las conozco, pues menos.
Y que incluso el que va de santo y reniega de las mismas, las utiliza.
Lo mejor para contrarrestar las estrategias mencionadas es MANTENERNOS INFORMADOS y sobre todo DUDAR.
Y si eras de esas personas que me seguía para que le diese más consejos sobre estropear futuras interacciones, tengo que pedirte que dejes de seguirme, porque el chico al que conocí en un recital de poesía, me escribió. Después de confesarme que mi forma poco asertiva de reclamar una conversación entre dos personas le molestó. Entonces, quedamos para tomar un zumo y un agua, él se iba a la presentación de un libro maravilloso a la que supuestamente no me invitó por falta de espacio. Y aún no sé muy bien si le mangué el libro o si me lo regaló, pero me hice con él y me supo a gloria, ya que llevaba tiempo esperándolo (te recuerdo lo de mi impaciencia). Si no nos ha caído una bomba nuclear antes, le regalaré yo también un libro de los que me haya leído. Sin más dilación, os recomiendo esta obra y todas las mencionadas.

Bibliografía y recursos electrónicos:
Joseph Goebbels: El Maestro de la Propaganda
The Wild Project #122 ft Arturo Pérez-Reverte | Lenguaje inclusivo, Su vida como reportero de guerra
| Título: Psicología de los Grupos Autores: Molero, F.; Lois, D. García-Ael, C. y Gómez, A. (eds.) (2017) Título: NUEVAS PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES (2016) Autor/es: Osca, A. ; Lisbona, A. M. ; Moriano, J. A. ; Palací,F. ; (ESTOS 2 SON DE LA UNIVERSIDAD) | ||
| Título: Psicología de las Masas Autor: Gustave Le Bon | ||
| Título: El príncipe Autor: Nicolas Maquiavelo |
Pues por todo esto que dices la democracia me parece una mierda. Una mentira que nos comemos para aceptar de mejor agrado ser manipulados y dirigidos como sucede en cualquier otra dictadura.
La verdad que con toda esta movida con Ucrania y con lo del COVID se están canteando demasiado… me ha gustado mucho tu exposición punto por punto porque es que es de puto libro lo que están haciendo.
El tema me toca en puntos muy personales, y es curioso, últimamente no dejo de encontrarme de todas las formas posibles con este tema, el cual ha sido literalmente el eje de mi vida, porque apunta directamente al despertar de la esclavitud.
Me gustaría solo a tu comentario una perspectiva metafórica que de mi visión del tema que no para ve venirme a la cabeza.
Ahí va:
Como seres humanos tenemos, como especie, la virtud de crear realidades. Los niños lo hacen con gran Libertad y desapego. Crean su mundo paralelo individualmente y establecen acuerdos colectivos con otros niños para jugar a recrear una realidad conjunta.
Pero nos han educado y sometido a un proceso de manipulación a gran escala a la hora de establecer, a base de repetición, una sola interpretación de la realidad. Es un acuerdo colectivo al que se llegó hace miles de generaciones, que determina una clara división entre lo “real” y lo “irreal”. Si reproduces lo “real” fielmente tienes tus recompensas, y si te resistes a formar parte de él, serás juzgado y tratado como un paria.
El hermetismo y la imposición de la realidad colectiva ha hecho que nos olvidemos de todo esto no es más que un simple juego, a partir del cual juzgamos a los demás y a nosotros mismos, perdiendo el criterio y la capacidad de darnos cuenta de que dichos valores son una puta mierda.
El poder de la masa, o el hecho de un número tan cuantioso de gente comparta un mismo marco de realidad, hace que exista en apariencia una realidad estable y mucho más sólida. Este efecto hace que las realidades individuales se vean atraídas por su fuerza gravitatoria y finalmente, pasen de ser satélites a formar parte del planeta/cárcel social.
No obstante existe una vida de escape, la cual es darse cuenta del poder creador de toda realidad (colectiva e individual), lo cual es despertar de los sueños que ordenan la energía, y volver a jugar, o lo que es lo mismo, a soñar lúcida/mente.
Yo no decidí jugar a ser quien me dijeron que tenía que ser. Recuerdo que me negaba, y que a base de repetición lo acabé tomando como un hecho del que partir. Recuerdo también haber aceptado que la realidad era esta, porque así lo iban acatando mis amigos y así nos forzaban a hacer porque, cuando no te comportas “cómo se debe”, te agarran literalmente y te fuerzan a hacerlo.
Pero yo no estuve ahí cuando se decidieron los parámetros que establecían el parámetro de “lo real” y las reglas del juego, y sin embargo, se me obliga a honrar dichos acuerdos y darles lugar a la vida.
Hay que tomar consciencia de los poderes que dan lugar a la realidad, y ser libres para usarlos a voluntad.
¡Hombre Álvaro!
Estoy totalmente de acuerdo con lo que acabas de exponer, por ese motivo reivindico «La Belleza del No», porque la belleza para mí es entender a lo que tengo que dar respuesta y saber si lo quiero o no. Pero primero conocerlo. https://cafefilosofal.es/2022/02/20/la-belleza-del-no/
Buenas noches,
Interesantísimo artículo.
Abraham Lincoln decía, » puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».
Marc Bloch afirmó que para comprender el presente había que conocer el pasado, y había que comenzar leyendo un periódico.
Todas las personas tenemos prejuicios de valor e ideales de una u otra índole.
Sí leo el diario El País seré del PSOE, El Periódico del PSC, La Vanguardia del PDCAT, El Diario de Podemos, El Mundo del PP, ABC del PP, etc; lo mismo ocurre con los diarios económicos, Expansión, Cinco Días, El Economista, etc. Todos van ligados a una determinada ideología.
Ésto, no es ni malo ni bueno. El problema radica cuando leemos sólo uno de ellos, según nuestro pensamiento político.
Un servidor devora de 10 a 15 diarios a lo largo de una jornada, incluidos los económicos y deportivos. No me caso con ninguno.
Nadie me va a privar del espíritu crítico y del atrévete a pensar, ambos ideales de la Ilustración. El problema es que en el siglo XVIII lo querían para el pueblo, pero sin contar con él (me da la impresión que en la actualidad estamos igual, somos una masa de borregos).
Goebbels era doctor en filología y siempre se quiso dedicar a escribir, pero supo ver el poder de un micrófono, la radio y el cine para atraer a las masas y manipularlas. También había que sumarle su gran oratoria.
Los medios audiovisuales permitían llegar a cualquier lugar del país e incluso traspasar sus propias fronteras, con lo cuál, el rango de acción era muy superior a antaño. Por ejemplo, con anterioridad, tú podías convencer con el discurso a la población civil en una plaza pública, el estamento eclesiástico en una Iglesia, un militar
a sus subordinados antes de entrar en un combate, pero siempre a pequeña escala. La cosa cambia a partir de los años veinte del siglo pasado con el desarrollo de los medios de comunicación.
Pero el fascismo de Mussolini y el nazismo de Hitler tienen una historia detrás.
Acabada la I Guerra Mundial, se firmó el Tratado de Versalles muy humillante para Alemania por las costosas reparaciones de guerra que tuvo que efectuar a los aliados, a ello hubo que sumarle el crack de la bolsa de 1929 y la Gran Depresión que se produjo después. Paro, alta inflación, sin cobertura social, pobreza, etc. Caldo de cultivo para que crezca aprovechando el caos reinante el partido nacionalista socialista alemán.
Creo que debemos aprender a leer entre líneas, a tener el beneficio de la duda, a transgredir, protestar, exigir, etc; pero no veo a nadie salir a la calle, qué nos ha pasado?
Un saludo.