Si la curiosidad no mueve montañas, por lo menos me mueve a mí.

Durante estos días he estado pensando y me he rayado con las diferentes áreas en las que tengo que organizar mi vida (salud física, mental, relaciones interpersonales, carrera y posterior trabajo (aunque siempre me venga a la mente la frase de: «estudia lo que quieras, que trabajarás de lo que puedas»), las finanzas, la educación de mi mirada interior, el ocio, la espiritualidad, la organización del hogar y el sueño en específico). Por lo que he desarrollado un plan de acción a través del método SMART para cada una de éstas.


Es bastante útil, por si te sirve. Lo que seguro que nos sirve como seres humanos es tener claro que nos moriremos en algún momento, pero que hasta entonces hay que vivir. Pensar en cómo se interconecta cada área de mi vida entre ellas y con la de los demás me pone cachonda. O me estimula la mente, lo que prefieras leer. Entonces… una se pone a imaginar: ¿la política no debería ir en la dirección de poder abastecer y promover todas éstas áreas para que los ciudadanos que forman «la polis» o la ciudad se desarrollen bien y puedan hacer frente a situaciones incontrolables?


El caso es que si se encuentran dificultades en alguna área, se puede compensar con otras y «mágicamente» o por pura lógica enfocada, las mismas vuelven a equilibrarse con el tiempo (si le prestamos atención). Procuro acabar todas las divagaciones que tengo haciendo analogías con la ciencia. Es como una manera de conectar con algo más grande, según lo veo. Esto me ha llevado a pensar en ¿qué es lo que realmente nos impulsa como seres humanos? he respondido que es el deseo. Todas tenemos ese puntito hedonista, a mí no me engañas.


Eso me invita a profundizar a echar la vista dentro: ¿cómo diferencio entre deseos superficiales y auténticos? Dentro del área de la salud física, está mi deseo de vitalidad y sentirme libre al ser una persona enérgica. Dentro del área de la salud mental, está mi deseo de claridad y resiliencia para disfrutar de la vida sin caos interno. Dentro del área de las relaciones, está mi deseo de conexión y apoyo mutuo que experimento recibiendo, dando y compartiendo experiencias significativas, creando lazos de confianza que nos permitan sentir vistas y comprendidas. Dentro del área de mi carrera y posterior trabajo, encuentro mi deseo de propósito y logro a través de la mejora de habilidades y causando un impacto positivo en la vida de quienes me rodean. En el área de las finanzas, observo mi deseo de seguridad y libertad, ya que vivir sin ansiedad económica y tener la libertad de poder conseguir tus metas la convierte en un espacio que no puede ser desatendido. Aquí me tengo que recordar muy a menudo que la sociedad no es como yo quiero que sea, si no como es. Repitiéndome el mantra de Miguel Anxo Bastos «capitalismo, ahorro y trabajo duro». En el área de educar la mirada tengo un deseo de crecimiento y autodescubrimiento increíble, cada día con una mierda nueva oye. Dentro del ocio está mi deseo de placer y renovación, me aburro mucho cuando encuentro patrones de comportamiento y un etiquetado excesivo del presente que no me deja disfrutarlo como venga sin elementos asociables al pasado. Me encantan las oportunidades para disfrutar de la vida y renovar mi alegría para dejarme relajada después. Mi vida espiritual se liga con el deseo de conexión y trascendencia, el contacto con la naturaleza y la ciencia me acercan a esto. La organización del hogar y el sueño, me aportan la tranquilidad que me permite enfocar las cosas con amor, claridad y compasión en las diferentes áreas. No con miedo, juicio y dramatismo.


Esta semana ha ocurrido algo horrible en Valencia, no es necesario ser otra de esas personas que «analizan» la situación. Estoy triste por la cantidad de vidas que se están viendo afectadas, pero una tiene que saber hasta dónde llega y mirar desde su desconocimiento la situación intentando hacer lo que se puede con lo que se tiene.

Ahora se está demonizando en redes al capitalismo, pero a mí el capitalismo siempre me ha parecido un sistema económico como otros donde depende de donde nazcas podrás tener más o menos cosas materiales y en el que tienes la posibilidad de conocer tus deseos para aprender a manejarlos dentro de tus posibilidades y valores personales. Y donde, por muy elocuente que sean los discursos de los que mandan y buen hacer aparenten, siempre tenderá a darse «La ley de hierro de las oligarquías». Muy bien explicado por el link adjuntado.

Demonizaría a los ignorantes que frente a avisos prefieren sucumbir a su deseo de logro que al de conexión y apoyo mutuo. Hijos de perra mal paridos. Me cago en la falsa batalla política y la élite que gobierna en la sombra que no sabemos ni quienes mierdas son y nos están matando entre nosotras y manteniendo su poder. Ni puta idea de política tengo, estudio psicología y por eso tengo poca fe en las personas que no se prestan atención por ir en búsqueda de unos deseos de los que a veces no se es ni consciente, pero me gusta mucho escuchar a Ruben Gisbert, Fonseca y a Miguel Anxo Bastos en cuanto a estos temas.
Te dejo los nombres, también por si te interesan.

¿Qué acciones específicas se pueden tomar para alinear nuestros deseos auténticos en cada área de la vida, logrando un equilibrio personal y una conexión significativa con los demás, mientras navegamos la realidad económica, social y espiritual del mundo actual?

¡Salud, café y muchas filosofadas para ser capaces de entender que todo lo que es dentro es fuera y que cuando estamos mal en un área hemos de aprender a equilibrarnos con otras!

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