Ayer pensé en qué me gustaría hacer antes de morir.
Siempre da un poquitín de “escarrufí” esto de tener presente la idea de que en cualquier momento podemos palmarla y recuerda mucho al “memento mori” este de los estoicos, que viene a ser: “recuerda que la vas a palmar”, pero lejos de repetirlo como un aforismo matutino, viene por rachas.

Hay momentos de la vida en que no tienes ganas de hacer absolutamente nada, con existir es ok y está de lujo.
Qué aburrido estar siempre teniendo que hacer algo concreto.
El bombardeo de notificaciones incesantes es agotador.
Y vienen a decirnos subliminalmente: “RECUERDA QUE TE VAS A MORIR”
Así que sé joven y bell@, ten muchas experiencias, amig@s, aprende a cocinar, organízate, sé tal o sé pascual que como estás no vale, bla bla bla… esos mensajes que bien sabes porque también están contigo. 
En fin, eso que dijo alguien de “ten cuidado con el vacío de una vida muy ocupada” es tan cierto que lleva a pensar:
¿Qué tendría que tener mi vida para que valiese la pena? 

Cumplir con los mensajes anteriormente expuestos ya te adelanto que no va a ser necesario.

¿SABES LO QUE PROVOCAN?

Ay sí, exacto, siempre das en el clavo; ANSIEDAD.

La palabra “ansiedad” deriva de “anxius”, que significa “inquieto” o “ansioso”, que a su vez proviene de la palabra griega “angh”, que significa “estrangular” o “apretar”. Una sensación de mierda para estar sintiéndola constantemente, ¿cierto?

¿Y qué es más allá de la palabra? Es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro percibido. Pudiendo llegar a ser adaptativa y ayudando a preparar al organismo para enfrentar desafíos. Pero cuando interfiere excesivamente en la vida diaria, puede convertirse en un trastorno de ansiedad que requiere atención y ser tratado.

La palabra suele utilizarse al tuntún y dudo ampliamente que toda persona que la utiliza haya sido valorada por un profesional, pero es igual. Dejo la distinción entre respuesta normal vs trastorno de ansiedad para no hacernos el lío:

(
en el instagram del blog, porque aquí profundizo en otra idea: @cafefilosofal.es)

Si tienes preocupaciones sobre la intensidad o duración de tu ansiedad, es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud mental, no de la tuya buscando en wikipedia, para obtener una evaluación adecuada y, si es necesario, recibir tratamiento.

El uso coloquial de términos diagnósticos específicos para describir reacciones normales del organismo tiene varios problemillas, internet con sus más y sus menos, es lo que hay…

Por una parte lleva a la estigmatización, generando una percepción equivocada de que los trastornos mentales son simplemente versiones más intensas de experiencias comunes, lo cual no es el caso, porque condiciona la vida de quien los padece; también lleva a la banalización de los trastornos mentales, minimizando las experiencias reales de las personas que luchan con ellos; falta de precisión porque los términos diagnósticos están diseñados para describir patrones específicos de síntomas y comportamientos que cumplen con ciertos criterios clínicos.

Además de desinformar, el uso incorrecto de términos diagnósticos trae más ruido a los problemas de salud mental. Pudiendo malinterpretar o minimizando la gravedad de los trastornos mentales utilizándolos indiscriminadamente. Si lloras no tienes depresión Paco, simplemente eres humano. Lo que dificulta el reconocimiento de las verdaderas señales de problemas de salud mental cuando surgen.

¡Dejemos de reducir la complejidad de las experiencias humanas!

La salud mental es compleja y multifacética. La superficialidad del lenguaje reduce la riqueza de la vida, pasando por alto causas subyacentes y variaciones individuales.

En lugar de utilizar términos diagnósticos de manera casual, es importante fomentar un lenguaje que refleje con precisión las experiencias y emociones. Esto ayuda a crear un entendimiento más matizado y respetuoso de la diversidad de las experiencias humanas. Además, promover la conciencia y la comprensión de la salud mental sin estigmatizar contribuye a un diálogo más informado y compasivo sobre estos temas.

O, si no te parece suficiente con lo que te he dicho, para que dejemos de parecer gillipollas por pecar de ignorantes.

En resumidas cuentas…lo que me gustaría hacer antes de morir es ver mucho, apreciar la belleza cotidiana, vivir con mucho amor y lo que me dé la gana hacer mientras tanto.
Recordemos que si la selección natural se ha esforzado tantísimos años en hacernos funcionar en “piloto automático” no nos hemos de lamentar por estarlo de vez en cuando. Es natural. Pero buscar vivir una vida con sentido, requiere atención y discernimiento. 

Vivir y ser libre


Y tú… ¿Cómo quieres llevar lo que te queda de vida?

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