Dos frases que me gustan y vienen al caso:
«La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.»
“Intenté ser valiente y descubrí cómo estudiar”
A veces parto de mensajes racionales y lo que le sigue puede resultar en una puta mierda.
Pero, hoy voy a intentar exponer cómo el conocimiento así por encimilla de las leyes físicas que rigen el universo (y por tanto, a todo el fckworld), el análisis funcional y el autocuidado puede fomentar que vivamos en comunidades sanas y prósperas. Que cada vez somos más humanos en el mundo y la cosa se pone seria, tanto con el tema de los recursos naturales como con el de la probabilidad cada vez mayor de encontrarnos desquiciados que nos arruinan el día.

Cuando estudié la figura de Wolfgang Köhler en la carrera de psicología, me llamó mucho la atención que fuera matemático y físico. Trabajó para el mismísimo Max Planck, pero cambió su enfoque y se dedicó a la psicología. Interesándose por la psicología de la percepción (un peñazo de asignatura, todo sea dicho) y siendo uno de los principales exponentes de la escuela Gestáltica. Que si viera en lo que se ha convertido actualmente, se arrancaría los ojos, pero ese es un tema en el que no voy a entrar…

A raíz del conocimiento de éste, me interesé por cómo influye la física en el pensamiento de las personas que conforman la sociedad, así que, le voy a tirar a las leyes físicas, al análisis funcional y al autocuidado;
Por lo que he leído por internet y visto en videos del guapo de Javier Santaolalla, la energía se define como la capacidad de un sistema para realizar trabajo. Pudiendo manifestarse en diferentes formas (cinética, potencial, térmica, eléctrica, química, bla bla bla) y en la ley de conservación de la energía se determina que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo transformarse de una forma a otra. Lo que vendría a significar que la energía es constante aunque cambie de forma.

Esta ley también se puede aplicar al análisis funcional y el autocuidado. En el análisis funcional, podemos pensar en cómo nuestros comportamientos y acciones están relacionados con la energía que utilizamos y transformamos en nuestro cuerpo. Por ejemplo, si queremos aumentar nuestra energía física, podemos realizar actividad física regularmente, lo que nos ayudará a transformar la energía almacenada en nuestro cuerpo en energía cinética que nos permita realizar más trabajo.
En cuanto al autocuidado, esta ley nos recuerda la importancia de mantener un equilibrio entre la energía que gastamos y la que consumimos. Si gastamos más energía de la que consumimos, podemos sufrir fatiga y agotamiento, mientras que si consumimos más energía de la que gastamos, podemos acumular exceso de grasa y peso. Al mantener un equilibrio adecuado, podemos asegurarnos de tener suficiente energía para realizar nuestras actividades diarias y mantener nuestra salud física y mental en óptimas condiciones.
El momento angular creo que se describe como el movimiento rotacional de un objeto en torno a un eje de rotación, dando a entender que en un sistema aislado, ese movimiento rotatorio no cambia a menos que actúe una fuerza externa sobre él.

De manera similar, en la vida cotidiana podemos aplicar este principio al ser conscientes de cómo nuestras acciones pueden afectar nuestro entorno y nuestras relaciones. Al tomar decisiones, debemos considerar cómo nuestras acciones pueden afectar a las personas y los objetos a nuestro alrededor, y ajustar nuestra conducta en consecuencia para mantener el equilibrio y la armonía en nuestra vida diaria. Esto también puede aplicarse al autocuidado, en el sentido de que debemos ser conscientes de cómo nuestras decisiones y acciones pueden afectar nuestra salud y bienestar, y tomar medidas para mantener un equilibrio y estabilidad en nuestro estilo de vida.
Siguiendo con explicaciones físicas, la masa se entiende que es una medida de la cantidad de materia que contiene un objeto. La Ley de la conservación de la masa establece que la cantidad total de masa en un sistema cerrado que se mantiene constante a lo largo del tiempo si no se le añade o elimina masa desde el exterior.

En el análisis funcional podemos aplicar esta ley para garantizar que nuestros sistemas y procesos se mantengan constantes y estables a lo largo del tiempo (spoiler: aquí va bien la disciplina), digamos que deberíamos asegurarnos de que la cantidad de trabajo y recursos utilizados se han de mantener constantes para que podamos cumplir nuestros objetivos. Como debería pasar con los asuntos del Estado.
Además, en el autocuidado, esta ley nos recuerda la importancia de mantener un equilibrio entre nuestras actividades y tiempo de descanso para mantener nuestro bienestar físico y mental a largo plazo. Si añadimos demasiadas actividades a nuestra vida diaria podemos agotarnos y disminuir nuestro rendimiento y salud en general.
(Después de escribir esto, me he ido a hacer un té para descansar. Hola de nuevo)
Otra definición de la física va a ser la de la gravedad como fuerza fundamental que atrae a dos objetos entre sí en función de sus masas y la distancia entre ellos. La Ley de la gravitación universal establece que la fuerza de atracción entre dos objetos es directamente proporcional a la masa de cada objeto e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos. La Ley explica porqué las cosas se caen al suelo, vamos, entre otras cosas importantes como porqué la Luna orbita alrededor de la Tierra y porqué los planetas orbitan alrededor del Sol.

En cuanto a su aplicación en la vida cotidiana, la Ley de la gravitación universal nos permite comprender mejor las relaciones interpersonales y sociales. La fuerza de atracción puede ser mayor o menor dependiendo de la masa de cada persona y la distancia entre ellas. Al comprender esta ley, podemos entender mejor las dinámicas de las relaciones humanas y cómo interactuar con los demás de manera más efectiva y saludable. Además, esta ley también puede ser aplicada en el análisis funcional para entender la interacción entre diferentes elementos en un sistema y en el autocuidado al entender cómo nuestra masa y la de los objetos que nos rodean pueden afectar nuestra salud y bienestar.

Luego están las leyes de la termodinámica, que son 3 principios que describen cómo se comporta la energía en un sistema termodinámico:
- Primera ley de la termodinámica: Esta ley establece que la energía no se puede crear ni destruir, sólo se puede transformar de una forma a otra. En otras palabras, la energía total en un sistema aislado que se mantiene constante. Esto significa que la energía que se utiliza en un proceso se convierte en otras formas de energía, como el calor o la energía cinética, y que la energía que se pierde en un proceso también se convierte en otras formas de energía. Esta ley es importante para entender cómo la energía se mueve y se transforma en el mundo físico.
- Segunda ley de la termodinámica: Esta ley establece que en cualquier proceso energético, la entropía (o desorden) del sistema siempre aumenta. En otras palabras, la energía disponible para hacer trabajo disminuye con cada transformación de energía. Esto significa que no es posible convertir toda la energía en una forma útil, y que siempre habrá una pérdida de energía en forma de calor o desorden. Esta ley es importante para entender cómo se distribuye la energía en los sistemas termodinámicos y cómo se puede mejorar la eficiencia de los procesos energéticos. (Por eso el Multitasking no funciona o sudamos haciendo ejercicio)
- Tercera ley de la termodinámica: Esta ley establece que es imposible alcanzar el cero absoluto de temperatura en un proceso físico finito. En otras palabras, la temperatura de un sistema nunca puede ser reducida a cero grados Kelvin. Esto significa que siempre habrá algo de energía térmica en un sistema, incluso si se enfría lo más posible. Esta ley es importante para entender cómo la energía térmica afecta a los sistemas y cómo se pueden utilizar técnicas de enfriamiento para optimizar la eficiencia de los procesos.
Estas leyes se aplican en muchos aspectos de la vida cotidiana, desde la forma en que funcionan los motores de los automóviles hasta la forma en que se mantiene el equilibrio térmico en un sistema climatizado.
El análisis funcional y el autocuidado, relacionado con estas leyes, pueden ayudarnos a entender cómo optimizar nuestros recursos energéticos y mejorar nuestra eficiencia.
Por ejemplo, podemos aplicar la primera ley de la termodinámica para entender cómo utilizar de manera más efectiva nuestra energía física y mental, y la segunda ley para entender cómo minimizar las pérdidas de energía en nuestros procesos mentales y emocionales. Además, la tercera ley de la termodinámica puede ser aplicada para entender cómo la temperatura y el enfriamiento pueden afectar nuestro estado mental y emocional.

Utilizando otras palabras, según lo veo, éstas leyes nos servirían para poner límites cuando nos sobrecargamos para no acabar exhaustas

A través del análisis funcional, podemos identificar los antecedentes, comportamientos y consecuencias de nuestras acciones, lo que nos permite comprender mejor cómo nuestras elecciones afectan nuestra salud.
En cuanto al autocuidado, la ley de la gravitación universal puede ser útil para comprender cómo nuestras relaciones interpersonales y sociales nos afectan física y emocionalmente. Al igual que los objetos en el universo se atraen mutuamente con una fuerza que depende de su masa y distancia, nuestras relaciones también ejercen una influencia en nuestro bienestar. Podemos aplicar esta ley para tomar decisiones informadas sobre nuestras relaciones y asegurarnos de que estamos rodeados de personas que nos ayuden a crecer y prosperar.
Intenta juntarte con buena peña y serlo, ¡CARAJO!

En resumen, la aplicación de las leyes físicas universales al análisis funcional y el autocuidado puede ser una forma útil de optimizar nuestra salud y bienestar físico y mental. Al utilizar estas herramientas, podemos comprender mejor cómo nuestras acciones y elecciones nos afectan y tomar decisiones informadas para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado.
En conclusión, las leyes físicas universales, como la conservación de la energía, el momento angular, la masa, la gravitación y las leyes de la termodinámica, son fundamentales para comprender cómo funciona el universo y cómo interactuamos con él. Además, podemos aplicar estos conceptos al análisis funcional y el autocuidado para optimizar nuestros recursos y mejorar nuestra eficiencia. Entender estas leyes físicas y cómo se aplican en nuestro día a día puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes y saludables para nuestro bienestar físico y mental. Al utilizar estos conceptos en nuestra vida cotidiana, podemos optimizar nuestras acciones y hábitos diarios y, en última instancia, mejorar nuestra calidad de vida individual para mejorar la de la colectividad.
Para finalizar, te invito a leer a mi nueva compi de reflexiones cibernéticas, @pronoia.therapy, donde explica la mejor pregunta que he leído hoy para ponerme en movimiento:
¿Qué cualidades tendrían que tener las personas que deseas a tu lado?
Gracias a la lectura del libro “El Bienquerer” de @paula.psichology, reflexioné mis propias respuestas a las mismas. Algún día que me vea inspirada haré una reseña también, que me molan para organizar todo el material que quiero refrescar y guardan los libros.
¡Salud, café y muchas filosofadas!
