Angèle – La Thune [CLIP OFFICIEL]

YEИDRY x Lous and the Yakuza – Mascarade | A COLORS SHOW

¡Qué pasa cafeteros! Hoy os dejo una reflexión que me parece la leche. Claro, como no me va a gustar a mí si es mía…

Voy a escribir sobre lo que considero mediocre

No me gusta la mediocridad del que no es un individuo que quiere saber porqué es individuo.

Del que no hace por conocerse fuera de su grupo y necesita lo mismo de los mismos para hacer lo mismo, pero disfrazándose con otro contexto.

Porque UN individuo es precisamente eso, uno.

No veo como individuo al que no es consciente de su libertad para ser. 

Y eso, según mi forma de verlo, nos convierte en mediocres a la gran mayoría.

Caigo en una encrucijada aquí ¿somos todos conscientes de estar condenados a ser libres? ¿de que cuando elegimos estar con alguien estamos decidiendo quitarnos las cadenas de la libertad y dándole llaves a otro para desencadenarnos? ¿somos conscientes de que tenemos la llave de las cadenas de los demás?

Me gusta ver a la gente con las cadenas de la libertad, porque es como estamos todos, pero no me gusta ver el poder que tienen las personas/instituciones/oloksea poseedoras de las llaves de las cadenas de la gente a la que veo. Me pregunto muy a menudo: ¿en qué momento has decidido darle la llave de tus cadenas a alguien? ¿qué te ha llevado a elegir a ese portador de tus llaves? ¿eres consciente de que las tiene?

Normalmente tengo una falsa ilusión de enamoramiento porque siento que puedo ver belleza en la intimidad, pero cuando empiezo a darme cuenta de que la persona no tiene sus cadenas de libertad porque ha dado llaves sin juicio a diestro y siniestro, sólo quiero correr.
Luego hay otros muchos que sí me parecen individuos y creo que les amo. 

Por mantener su esencia de individuos con y sin cadenas.

Sin embargo, después de tanto tiempo de relaciones interpersonales
¿Qué es la libertad para mí? ya comenté que el amor para mí es acompañar y la belleza entender

Por eso siento amor por todo lo que me rodea, porque me acompaña en mi corta vida.

Pero el amor va mutando y tiene áreas de trabajo, como una colmena que ya comentaré.

Amar os amo a todos, pero creo que veo lo bello en muy pocas personas, porque ni las entiendo ni se quieren hacer entender. 

Por lo que, después de haber perdido el contacto con personas importantes para mí y no entenderlo, he decidido introducir el factor de la libertad. Término que incluye responsabilidad + respeto y que yo me he pasado por la raja del chichi en muchas ocasiones. 

Con la introducción de esta capacidad humana de actuar por voluntad propia, quiero ser consciente de que las personas elegimos comportarnos de una determinada manera por la fluidez (rápida/lenta que tenemos) y la responsabilidad que somos capaces de asumir.



A su vez, elegimos nuestra libertad interna y externa entre valores positivos y negativos.
A ver, explico esto con un ejemplo:

Lo he dejado con mi pareja porque creo que no puedo aportar más de lo que le aporto con los conocimientos actuales que poseo y lo que él quiere. 

Para llevar a cabo esta decisión he tenido que hacer uso de mi libertad interna positiva dejándome sentir tranquila tristeza mientras me iba dando cuenta de que los esfuerzos para llevar una relación más recíproca caían en saco roto, así como también he hecho uso de mi libertad interna negativa NO permitiendo que eso me abrumara y cambiar mi foco atencional hacia otras situaciones donde creía que había reciprocidad. También he elegido hacer uso de mi libertad externa positiva tomando decisiones y de mi libertad externa negativa no tomando decisiones precipitadas.

Pero como aún estoy trabajando en esto, trato de sortear este deseo de posesión de llaves que tenemos todos los humanos objetivando a las personas para tratar de quedarnos con sus cadenas de libertad

Las etiquetas convierten a las personas en objetos con aires de concepto porque somos unos vagos ahorradores de recursos cognitivos de mierda y lo necesitamos todo empaquetado para que no nos explote la cabeza. 

Ni que las personas fuéramos peluches o pokémons, colega.

No le pongamos puertas al campo

¿Por qué necesito llamar a alguien amigo/novio/hermano/colega/michiflú/o lo que sea?
¿es por deseo de poseer a ese individuo y meterlo dentro de una categoría teniendo en cuenta que las categorías van asociadas a una jerarquía que conlleva un orden? ¿no estoy así limitando la libertad del otro individuo por hacer lo que le dé la puta gana? ¿no estoy así caminando hasta el sufrimiento por alguien que se da cuenta de que ha elegido sufrir porque la mayoría de personas somos mediocres? ¿es la mediocridad entendida como la entiendo lo que nos permite vivir en sociedad?. En fin, ¿habéis leído la Plaza del Diamante de Mercè Rodoreda? cuando la protagonista es llamada «Colometa» es privada de su personalidad y poco a poco, se va perdiendo de sí misma.

Pero vaya, simplificando el tema: percibo las etiquetas como la objetualización de las personas y su transformación en pokémons. Y traídas mis dudas al texto, reconceptualizo la etiqueta de amor para introducirlo en la categoría del deseo de querer ser algo para alguien y el miedo de no serlo. Vamos, que amor sería algo así como dejar que me transformen en pokémon del tipo que les dé la gana y me metan en su equipo, que haría referencia al modelo mental de la peña. Y a su vez hace que tenga miedo de dejar de ser de su equipo.

En conclusión: no ser mediocre para mí implica saber que somos libres para elegir cómo reaccionamos ante lo que nos va sucediendo en la vida y ser respetuoso con la libertad de quien nos acompaña en el camino permitiéndote y permitiendo a los demás explotar todo el potencial que tenemos. Por eso ya no me voy a sentir mal cuando me traten como un pokémon, porque tendré en cuenta que yo tengo la responsabilidad de elegir quién permito que me meta en su equipo. 

El próximo café filosofal escribiré sobre cómo ser un pokémon menos mediocre.

¿Cuál es vuestra reflexión con respecto al amor?
Imagen de @afgraphics__

2 comentarios en «Pokémons de uso común»

  • A mí siempre me ha importado un pimiento los estereotipos de la gente.
    Sí vas sólo es porque eres rarito o diferente. ¿En qué quedamos?
    ¿Quiénes son ellos para juzgarme?
    ¿Porqué debo de integrarme en un grupo?
    Siempre he sido una persona que como ser humano individual he tomado mis propias decisiones basadas en criterios racionales e instintivos, algo que a mí siempre me ha funcionado.
    Creo que la mayoría de las personas tienen un problema de FALTA DE AUTOESTIMA flagrante, no puedo entender de otra manera la necesidad imperiosa de integrarse en un grupo para ser aceptado en base a qué.
    Las excusas son de lo más peregrino, me siento sólo/a, mí vida no tiene sentido, me siento desubicado,etc.
    El problema de integrarte en un grupo, es que pierdes también una parte de tú yo.
    Aquí habría que diferenciar la integración en un grupo de uno o dos sexos. El segundo, sin duda, es el más problemático.
    ¿Porqué digo ésto?
    Porque siempre surgen fricciones en cuánto a los gustos y preferencias, varios interesados/as en la misma chica/o, etc. Al final se disuelve el grupo por disputas internas y se vuelve al punto de partida.
    El problema es que la gente tiene pánico a la soledad.
    Un saludo.

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